Alquiler de barcos en Corfú · Beneteau — Cyclades 43.4 (2008)

Una bienvenida muy amable. Nos dieron un upgrade (a un yate más grande que el reservado). El check-in tardó un poco más de lo previsto porque la policía del puerto no firmó los papeles hasta la mañana siguiente. Durante el viaje, el equipo nos brindó un excelente apoyo. Estuvieron disponibles por WhatsApp y respondieron con prontitud a nuestras preguntas, lo que nos permitió resolver rápidamente pequeños problemas durante el viaje. El check-out se realizó sin problemas.

Procedimiento de registro: te dan un papel y se supone que debes revisar el barco y buscar cada accesorio que aparece en él. No hay apoyo ni asistencia durante el registro. El amarre es muy incómodo. Desde el atraque tuvimos que pasar por encima de cuatro barcos antes de llegar al nuestro (equipaje, despensa, etc.). El barco se entregó con el tanque de combustible a la mitad. Cuando fui a rellenarlo, el nivel de combustible no se movía: el indicador de nivel del tanque no funcionaba. El indicador de nivel del tanque de agua tampoco funcionó en ningún momento. La vela mayor estaba dañada. Las luces de navegación no funcionaban (la luz roja estaba fuera de servicio). Solo había dos amarras, una de ellas demasiado corta y dañada. No había cabos de amarre para la costa. Algunas poleas estaban rotas. La placa guía del ancla en la proa tenía todos los pernos flojos. Las ruedas del motor tenían un ángulo de ralentí de 30 grados. La bomba del inodoro tenía una fuga en el eje. El plotter no tenía cartas náuticas cargadas. Todos los vasos eran de vidrio en lugar de plástico (muy peligroso en caso de rotura). ************************************** Respuesta del propietario: Lamentamos que su experiencia no haya cumplido con sus expectativas y nos gustaría aclarar algunos puntos importantes para mayor precisión. Todas nuestras embarcaciones se inspeccionan periódicamente y están certificadas por profesionales independientes para garantizar el pleno cumplimiento de las normas de seguridad y operativas. Si bien ocasionalmente pueden surgir problemas menores, especialmente después de una semana de alquiler concurrida, tomamos medidas inmediatas para resolverlos y siempre priorizamos la seguridad por encima de todo. Tenga la seguridad de que la embarcación que se le entregó estaba en pleno funcionamiento y era segura para la navegación. En cuanto al proceso de registro, nuestro equipo proporciona documentación clara para garantizar la transparencia y un conocimiento exhaustivo del inventario y el estado de la embarcación. Este procedimiento estándar permite a los clientes familiarizarse con la embarcación mientras nuestro personal permanece disponible para ayudarles y responder a cualquier pregunta durante el proceso. Respecto al amarre, la disposición del puerto deportivo a veces se ve afectada por la congestión estacional y está fuera de nuestro control directo. Sin embargo, nuestro personal siempre está presente para ayudar a los clientes a embarcar de forma segura y gestionar su equipaje cuando sea necesario. Los niveles de los depósitos de combustible y agua, al igual que en los coches de alquiler, no siempre están llenos en el momento de la entrega. Lo importante es que se devuelvan con el mismo nivel, según lo estipulado en el contrato de alquiler. Mantenemos nuestro compromiso de mejorar y estamos siempre disponibles para ayudar a nuestros clientes antes, durante y después de su experiencia de navegación.

Una experiencia terrible. Tres días antes, nos pidieron que hiciéramos una transferencia bancaria para el depósito de seguridad porque no era posible pagar con tarjeta de crédito. Querían que firmáramos el contrato antes de revisar y explicarnos el funcionamiento del barco, que ni siquiera habíamos visto. Tras mucha insistencia y la amenaza de llamar al capitán del puerto, nos permitieron embarcar. El barco estaba amarrado paralelo al muelle en la tercera fila, así que no tenía un amarre asignado. Solo pudimos completar el registro a las 20:30, después de la hora prevista de las 17:30. Y aun así, faltaban algunas toallas y almohadas, que nos trajeron a última hora de la noche. Las sábanas eran solo la funda del colchón. Tras problemas con el sistema eléctrico el primer día, nos encontramos en un puerto a 12 millas de distancia, a pesar de haberlo solicitado varias veces por el chat, lo que solo sirvió para que nos culparan por no poder dar las instrucciones (el enchufe tenía dos terminales desconectados). El cable eléctrico (que también estaba en un avanzado estado de oxidación) lo arreglamos nosotros mismos (tardamos unas tres horas en dar con el problema), también porque el LED del panel de conexión a tierra no funcionaba. Luego, conforme fuimos usando el barco, descubrieron que la vajilla estaba muy sucia y poco limpia, la cocina de gas funcionaba mal y nunca la usamos. Los instrumentos de navegación daban lecturas diferentes (¡dos brújulas, GPS y piloto automático!), el contador de horas del motor no funcionaba y el tacómetro fallaba intermitentemente, y el motor tenía una fuga de aceite (lo cual se detectó durante la revisión, al igual que el manómetro de presión del diésel, que no marcaba el nivel máximo sino solo un poco más de la mitad, ¡y querían que firmáramos el contrato primero, donde se estipulaba que debía devolverse con el depósito lleno!). Al final, quisimos regresar al puerto de Corfú un día antes, pero nos dijeron que no era posible. Tras varias insistencias, nos dijeron que no había plazas disponibles. ¡Pedimos un lugar y ver el contrato! También les pedimos que nos buscaran un lugar y que pagaríamos aparte, pero no obtuvimos respuesta. Tras la salida el 19 de julio, cuando revisaron todo minuciosamente, incluso lo que no nos habían mostrado en la reunión informativa, como las velas, los timones, etc., todo estaba en orden. El depósito se devolvió el 23 de julio.